El estigma de la imagen de la Crucifixión.

Formato digital e impreso

Tesis - Facultad de Artes, Programa de Artes Visuales

Incluye bibliografía p. 55

Mi infancia estuvo particularmente influenciada por la imagen religiosa de la Crucifixión, cuando visitaba junto con mis familiares algunos de los templos católicos de la ciudad de San Juan de Pasto, lo primero que veía era precisamente este icono religioso, con el paso del tiempo, esta representación se convirtió en un motivo de constante curiosidad. El interés por conocer acerca de la imagen de la Crucifixión, me llevó a analizar el hecho de que ésta fuera motivo de adoración por parte de los fieles, pues muchos se postraban ante Ella, le acariciaban y besaban, esto lo había observado varias veces en una de las iglesias que frecuentaba. De algún modo, veía el tema de la adoración como un gesto de idolatría y comencé a manifestar un completo desacuerdo con aquella posición que asumían algunos creyentes. A través de propuestas visuales pretendía reflejar una visión crítica e irónica buscando con esto desmitificar, humanizar e incluso aniquilar el icono como tal. El intento por desmitificar el valor religioso de esta Imagen terminaba convirtiéndose en un enfrentamiento con uno de los fundamentos teológicos del Cristianismo: el origen humano y divino de Cristo. La propuesta conceptual y plástica confrontaba igualmente el carácter representativo que tiene la imagen de la Crucifixión dentro del catolicismo, debido a que simboliza la muerte y resurrección de Cristo. Estos conceptos hacían de la propuesta un tema completamente ajeno al rol didáctico que había asumido la imagen de la Crucifixión como reforzamiento de la educación religiosa que había recibido desde niño. La idea que había albergado en mi mente respecto a que tenía que vivir y sufrir conforme a como Cristo vivió y murió (lo que sabía a través de la imagen de la Crucifixión), hizo que la propuesta se convirtiera en un reflejo del carácter formativo ejercido por la Imagen. El sentido de la existencia y de la muerte, era precisamente la respuesta al interrogante planteado sobre la manera como se había manifestado la influencia pedagógica infundida a través de la imagen de la Crucifixión. Mediante la propuesta plástica y todo el proceso creativo desarrollado hasta aquí, se ha logrado finalmente exorcizar dicha influencia.