Perez Tello, Jose Rosero Muñoz, Maria

Miradas desde los abismos introspectiva visual desde la otredad del ser natural. - 69 páginas: Ilustraciones, tablas

Formato digital e impreso

Tesis-Facultad De Artes, Licenciatura en Artes Visuales

Incluye bibliografía p. 34-35

La escasa difusión de las artes visuales en nuestras poblaciones es una de
las preocupaciones en el arte regional, debido a esto se hacen esfuerzos
dirigidos en des centralizar el arte de su inercia social, a fin de causar un
axioma de opiniones y conceptos, que se desprenden a partir de su papel
con la sociedad.
De modo que resulta vital para el artista regional no rehusar este papel
como interventor cultural y no delimitar su quehacer artístico en los mismos
parámetros ortodoxos que ya conocemos, por lo que se sugiere ver la
gestión cultural como una manera pragmática que posibilite la creación a
partir de conceptos ajenos a nuestro entorno visual e intelectual, una nueva
forma de comunicación, que lleva al arte por senderos cargados de
paradigmas que se abren a los sueños, utopías, deseos, supervivencia, e
indiscutiblemente a la memoria.
La comunicación en el arte como el devenir en una sociedad mediatizada,
ha conllevado que el artista busque nuevas formas de interacción, el poder
salir a comunicar de manera más directa la funcionalidad del arte con la
sociedad, el buscar espacios para intervenirlos y suscitar un diálogo con la
comunidad es la clave para que el arte pueda seguir vigente en la actualidad,
no basta con el interés del artista por crear algo que no este hecho sino más
bien, el que su obra pueda ser parte del desarrollo cultural de una
comunidad, como un símbolo dentro de su identidad cultural.
“¿Buscar nuestra identidad? Yo creo que a identidad está dentro de
nosotros mismos, no necesitamos buscarla y quienes están tratando
de buscar la identidad pues debe ser porque no están seguros ellos
de ellos mismos. Son a mi manera de ver, gentes que perdieron su
tarjeta y que van a las naciones unidas a buscar una tarjeta que los
identifique; Es decir están utilizando la experiencia de todos y no
están aportando nada” (Rufino Tamayo) 2 La conjugación de saberes y la retroalimentación como una base primordial a
la hora de entablar diálogos con una parte de la comunidad, la interacción
del artista bajo la mirada de la comunidad y la comunidad bajo la mirada del
arte. A la espera de un interés, por parte del artista visual, de llevar su
expresión a públicos que reaccionan de manera poco habitual frente algo
supuestamente nuevo. Descifrar cual es su papel frente a la sociedad, frente
a una identidad cultural y como se forja además una identidad en el artista a
través del auto reconocimiento con la sociedad. El esfuerzo por inspirar,
intrigar y evolucionar con el público, independientemente del gusto, es una
nueva forma de hacer arte, producir nuevos climas culturales que fomenten
el diálogo introspectivo en una investigación, además el de conectar a las
personas en formas más dinámicas con el quehacer del arte.
La relación existente entre comunidad, símbolo, y arte es lo que hace el
diálogo diferente entre las personas, aspectos que revitalizan la idea de crear
a partir de los parámetros ya dados, en un sistema de aprendizaje alienado y
paralelo a la frágil línea de la razón social en una comunidad, Cuando se
menciona a la comunidad, se la entiende bajo la referencia a Jean-Luc
Nancy quien la relaciona con la otredad “La comunidad se revela en la
muerte del otro: de esa manera se revela siempre al otro. La comunidad es lo
que tiene lugar siempre a través del otro y para el otro. No es el espacio de
los “mí-mismo.”3 Es así como la otredad revela la construcción de una
comunidad, la disonancia que existe bajo la mirada del otro, hace ver lo
individual de lo humano. Fijemos ahora la mirada en el individuo, ¿quién la
hace así? El arte hace reconocer nuestra individualidad, el otro presente en
afligidas miradas de la contemporaneidad, la mirada hacia la comunidad, la
otredad contraria a la identidad, Mircea Eliade señala una constante en las
sociedades que toman conciencia de su identidad: para cada una de ellas
existe siempre una diferencia clara entre el territorio propio, entre el conocido
y el espacio ambiguo que lo rodea, "... el primero es el Mundo (es decir,
"nuestro mundo"), el Cosmos. El segundo es otro mundo, uno extraño,
caótico, poblado de larvas, de demonios, de extranjeros (de extraños)..."4
el
miedo a la mirada ajena, a la mirada del arte que se muestra como un
símbolo ante la comunidad.
La presente investigación tendrá el objetivo de comunicar a través del arte el
valor simbólico en una comunidad que presenta características apropiadas
para el estudio plástico-visual. Retomando valores tan importantes dentro de nuestra cultura regional como lo es el símbolo y el mito a partir de la
tradición, a partir de esta se inscribe el pasado con el presente y es así
como los valores que pueden llamarse ancestrales salen a la superficie.
Poder conocer las tradiciones de un lugar, por medio de un dialogo de
saberes es una de las características de este estudio, y saber hasta qué
punto deja de serlo, donde se esconde el símbolo e incluso la identidad,
dado que Antonin Artaud, en el libro viaje al país de las tarahumaras afirma
con relación a este tema que: “las verdaderas tradiciones no progresan, ya
que representan el punto más avanzado de toda verdad”.
El retomar términos y darles un nuevo significado es la clave de la
importancia en un artista contemporáneo a fin de intentar ser un ente
dinámico en esta sociedad, “La ruptura de la tradición, es desarraigo, la
inaccesibilidad de las historias, la amnesia, la indescifrabilidad de las
historias, entre otras desencadena la pulsión genealógica, el deseo del
idioma, el movimiento compulsivo hacia la anamnesis, el amor destructor de
la interacción.”5
La realización del mural permitió el acercamiento con esta comunidad,
además de revitalizar la creatividad de los niños con los cuales se trabajó de
manera directa para que el arte se permee de forma más natural, creando
de por sí una nueva posibilidad de aprendizaje, el cual sea mutuo, sin
distinciones sociales, posibilitando la retroalimentación de saberes.
El trabajo con los niños como una forma de acercamiento hacia la
comunidad, hacia Chachagüi, se dio porque en ellos está el filtro del cual
emergen historias con las cuales se forjó la identidad de este lugar. Además
la mirada de la infancia, como el reflejo de dicha comunidad, una mirada
mitológica, “duendesca” de los niños en un lugar como este, resulta mágica,
dado que en su encuentro con nuestra identidad cultural y artística, permitió
la conversión de imágenes y la inspiración en cada historia y realidad.
A partir de un lugar como este se pueden entretejer los diálogos indirectos
con una comunidad, acompañados por el mimetismo del arte, que a través
del trabajo en el muro, posibilito que misma comunidad sea la encargada de
involucrar al artista a su entorno, esa es una de las ventajas que posee el
arte y nosotros como artistas solo aprovechamos este proceso libre y
creativo para hacer investigación.
El interés de indagar por nuevos espacios en este proyecto académico de
investigación radica más que todo en la sutil búsqueda de replantear
funciones en el papel del artista, a través de la investigación de campo, y
como enfrenta dicha profanación del mismo objeto de arte. Una profanación dada por la misma descontextualización del arte, dejo de la modernidad, por
la cual nos vemos sujetos.
Dejamos que el arte hablara y comunicara su idea, sus ideas, porque son
innumerables, como una forma de trascender, su trascendencia hacia un
ámbito espiritual hace que el arte perdure en el mundo cambiante y caótico
en que vivimos, la necesidad del arte por comunicar y dialogar a través de
una imagen, puesto que solo ella podría trascender a través del tiempo,
como lo ha hecho siempre.



Arte
Arte y sociedad
Arte y cultura

700.8 / P438mi